Las especies mas significativas para cazar en Australia, son las cacerías de Búfalo de Aguas, que se realizan desde campamentos de tiendas de campaña muy parecido a los campamentos de África, en los Territorios del Norte donde habitan los aborígenes. Esta cacería de Búfalo de aguas, con una cuerna impresionante y en este terreno tan salvaje, se hace a pie, y hay veces que estos Búfalos se arrancan incluso si ser heridos, pues puede ser que sea la primera vez que ven un ser humano. Otro habitante de esta inmensa isla, permite realizar la cacería de Banteng o Toro Salvaje. El Banteng no pasta, solo ramonea, por lo que este bóvido se encentra dentro del bosque lo que permite acercarse mucho al animal, que como en el caso de Búfalo de Aguas, embiste si se ve invadido en su intimidad. Las cacerías de Banteng, se realizan desde cómodos Bungalows. En ambas cacerías se pueden cazar Jabalíes enormes de cuerpo y con importantes colmillos.
En Australia también se pueden realizar cacerías de cérvidos, como el Ciervo Sambar, el Axis, el Ciervo de colmillos, El Ciervo de las Molucas, el Ciervo de Java, son cacerías para los cazadores coleccionistas de trofeos con todo su encanto ya que estos cérvidos comparten hábitat con Canguros, Wallabies, incluso con los Dingos, el perro salvaje australiano.
Las cacerías de Nueva Zelanda son de especies introducidas por un regalo del Kaiser Austriaco, Francisco José a Nueva Zelanda. Las cacerías de Rebecos de Nueva Zelanda son de la especie Alpina, y en los Alpes Neozelandeses es donde se llevan a cabo. Estos Alpes son mas escarpados que los europeos. Las cacerías se hacen con la ayuda de un helicóptero, que deja al cazador en un campamento cercano a las poblaciones de Rebecos. En Los mismos Alpes también se soltaron un numero de Thar del Himalaya que se han acondicionado perfectamente a estas escarpadas montañas. Su población ha crecido, exponencialmente, y las cacerías de Thar de Nueva Zelanda no conseguían controlar los excesos de población, por lo que tuvo que intervenir el Gobierno de Nueva Zelanda, para controlarla. Esto produjo una gran controversia entre los cazadores profesionales y el departamento de caza, que finalmente encontraron un acuerdo para no permitir el exterminio de esta especie.
Los Venados en Nueva Zelanda, se han criado en libertad, pero también en granjas dedicadas a la producción de desmogues en verde, que vendían por toneladas, al mercado asiático. Por esta práctica, consiguieron encontrar el tipo perfecto de pienso y los componentes minerales necesarios para que los Venados desarrollasen cuernas impensables en la naturaleza por su exagerado tamaño. Los últimos años de estos grandes machos eran reintroducidos en la Naturaleza como sementales de las poblaciones en libertad, y también en fincas cerradas. Por todo ello es el destino de quien quiera tener en su pared un espectacular Venado de Nueva Zelanda. Los gamos de Nueva Zelanda, también desarrollan buenas cuernas, pero yo defiendo que, aunque no tienen la misma densidad por lo tanto menor peso, las palas de los Gamos de España son mejores que las de Nueva Zelanda.